The Substance (2024). Lo que se utiliza en un lado, se pierde en el otro
-- mínimos spoilers advertidos -- Muchas buenas películas, por no decir casi todas, se pueden desmenuzar hasta la médula para encontrarnos con la miseria humana misma. Los motores del actuar humano son infinitos, pero uno recurrente es el miedo y su poderosa capacidad de llevarnos a cometer actos impúdicos y hasta ir en contra de la naturaleza misma, como una afrenta a lo que simplemente debiésemos aceptar. Esta película desnuda en parte esa inherente miseria, enfocándose en la histórica diada juventud-edad. La Substancia se presenta como un espejo ante el cual mirarnos, en cuyo reflejo podemos ser la mujer que cede ante la presión social y se condena a sí misma, o ser la sociedad que la presiona, aunque, sin miedo a perder la apuesta, diría que todas -y todos- hemos sido alguna vez ambas. La Juventud. Es el camino central, el primer conflicto en ser presentado y lo que parece ser el gatillante de todo lo demás. Es verdaderamente impresionante lo obsesionados que estamos con la juventu...