Bring Her Back (2025).


A veces el horror no está en los muertos... sino en lo que los vivos están dispuestos a hacer por ellos.

Hay películas que te venden terror y te entregan cualquier cosa. Bring Her Back ofrece y cumple. Te promete ángeles que poseen cuerpos, cadáveres comidos a mordiscos y almas vomitadas en cuerpos nuevos, como si alguien hubiera mezclado un VHS maldito con un mal trip de feria medieval. Pero lo que te mete realmente bajo la piel no es el ritual, es la gente rota que está dispuesta a hacerlo.


El asunto es así: Laura (Sally Hawkins) perdió a su hija y está dispuesta a pagar cualquier precio para traerla de vuelta. El ritual es una rareza sacada de las cloacas digitales, deep web, dark web, o lo que sea, da igual, y funciona como excusa para que todo se vaya al demonio. Y sí, las cintas están en VHS, pero con marca de agua de un sitio web. ¿Es un error? Claro. ¿Importa? No. Si vienes a esta película a medir la coherencia tecnológica, mejor partiste a ver CSI.

La historia gira en torno a cuatro almas condenadas. Laura, que ya cruzó la frontera de lo que se puede perdonar. Ollie, un niño del cual no se puede decir mucho sin revelar importantes detalles. Andy, el hermano mayor que carga más traumas que cumpleaños, y que es el verdadero mártir de esta tragedia. Y Piper, la hermana menor, que empieza la película sin drama y la termina con un trauma familiar para toda la vida.

Todo arranca con una tragedia doméstica: la muerte del padre de Andy y Piper. Andy, a punto de cumplir 18, no puede quedarse con su hermana por temas legales. Ambos van a parar a la casa de Laura, que “casualmente” también tiene espacio para un ritual de resurrección en la agenda. De ahí en adelante, ya sabes hacia dónde va la cosa. Y sí, es predecible... pero el viaje es tan hipnótico que te da lo mismo.

Los directores cocinan esto a fuego lento, sin sobresaltos baratos. No hay jumpscares de luca ni demonios que griten en Dolby Atmos Sorround Sound 7.1 Digital sin compresión. El clímax, en vez de tirarte la típica orgía de efectos digitales, se tira de cabeza al drama humano. Y ahí es donde Bring Her Back te clava el cuchillo (ups): cuando todo lo sobrenatural se apaga y lo único que queda es el daño irreparable que una persona puede hacer a otra.

Y si eres de esas personas que, cuando termina una película de terror, dice: “ay, no me dio susto...” si lo sueltas con esta, no te voy a creer.

Es terror del bueno: ese que no termina cuando pasan los créditos, porque lo que te deja pensando no son los ángeles caníbales, sino la gente viva que queda destruida.


by: jc

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