Rebel Ridge (2024), Saulnier lo hace de nuevo y para el streaming
Rebel Ridge de Jeremy Saulnier es el tipo de película que se da de vez en cuando en esta era de sobrecarga de oferta en el cine de acción corneta y thriller de poca monta actual. En lugar de entregarnos una versión moderna de Rambo, ya sea como un nuevo reboot o secuela, Saulnier nos trae algo que tiene mas sustancia, como si nos guiñara el ojo y nos dijera: "acá estoy cuidando la trinchera". Dirán que le puse mucho... tal vez, porque no es perfecta, tiene elementos criticables y refritos del género, pero tiene materia sólida.
La premisa es sencilla y suena a algo que ya hemos visto en viejos tiempos: un ex-marine enfrentándose a la corrupción en un pueblo chico. No puedo evitar recordar esos westerns setenteros donde Clint Eastwood, con una mueca y un Colt, limpiaba el polvo de algún pueblucho polvoriento repleto de rufianes con los dientes chuecos. Si lo miráramos desde esa vereda, yo creo que acá no hay nada nuevo bajo el sol, pero ¡no importa! Porque, al igual que en su Blue Ruin (2013), lo importante no solo es qué sucede, sino cómo se nos cuenta. Y el método de este director es claro y reconocible: crea tensión, construye el enfrentamiento sin trucos, rompe la tensión... respiras.
Saulnier, en Murder Party, con su bajo presupuesto y todas sus deficiencias, mostró cosas que hacen que un advirtiera que había que prestarle atención. Green Room ya era buena muestra de su capacidad de construir tensión, y Rebel Ridge sigue a ese estilo contenido, sucio, como un eco de un buen thriller setentero, pero con los elementos modernos que la "industria" requiere.
El protagonista aquí no es un héroe de acción de cartón piedra, sino alguien sólido y real, que encaja perfecto en esta historia de violencia de alguien que no la estaba buscando. Y luego está Don Johnson... Sí, ese mismo Don Johnson que a muchos les vendrá a la mente por Miami Vice en los 80, pero aquí brilla recordándonos por qué aún tiene cuerda, como ya lo hizo en Brawl in Cell Block 99. Un tipo que sabe darle presencia y peso a este tipo de personajes, con esa vibra que te hace sentir que algo turbio está a punto de pasar.
La música en Rebel Ridge es tremendo elemento que contribuye a la atmosfera. El ritmo es pausado, preciso, y la tensión sube poco a poco, como en esos thrillers que se cocinan lento, al estilo de Sorcerer de William Friedkin, una joya setentera que muchos dejaron pasar, pero que es una verdadera cátedra de cómo se construye tensión con apenas unos silencios y el sonido de un camión tambaleándose en la cuerda floja. (perdón, pero es que la vi de nuevo hace poco y que quieren que les diga ¡veanla!)
Lo curioso es que es una película de Netflix. ¡Netflix! Donde el público parece tener una sed insaciable por contenidos que ni ellos mismos saben cómo disfrutar. Y mientras todos exigen el próximo gran fenómeno, Saulnier nos entrega algo con peso, como un buen whisky añejo, que algunos beben rápido sin apreciar (si! tu, que le pones Pepsi con hielo, a ti te hablo).
En resumen, Rebel Ridge es una de esas rarezas que todavía logran destacar entre la avalancha de productos mediocres. Si Saulnier sigue en este camino, no me queda más que agradecerlo, porque en tiempos donde lo "nuevo" no es más que una versión aguada de lo antiguo, necesitamos más cineastas que sepan retomar el buen rumbo y con cosas simples.