RENT (2005), una película con el corazón bien puesto.
Hay
veces en que uno le pide demasiadas cosas a las representaciones artísticas,
una crítica social; explicación a fenómenos complejos; respuestas ingeniosas;
opiniones agudas; visiones lúcidas; hasta el sentido de la vida. Por tal motivo,
podemos caer fácilmente en la decepción de ver como esas expectativas se
evaporan, rompen o desvanecen.
Pero
también hay ocasiones que la belleza de lo imperfecto puede evocar los más
puros sentimientos que guardamos en nuestro pecho, este es el caso de la
adaptación de “Rent” a cargo de Chris Columbus.
Rent,
para quien no lo sepa, es uno de los musicales más exitosos de Broadway que
muestra la vida de 6 personajes bohemios en la Nueva York de los 90, en plena
epidemia del SIDA. Así, a través de sus personajes podemos experimentar el
miedo a la muerte, a sobrevivir a tus amigos, la discriminación por razones de
orientación sexual, etc.
Es
imprescindible puntualizar que parte del fenómeno de Rent se explica por la
triste historia de que su compositor -Jonathan Larson- quien falleció
repentinamente antes del estreno de la obra, sumado al hecho que lo personajes
constantemente eligen disfrutar la poca vida que les queda, a pesar del peso
del drama que llevan en sus hombros. Además, por su puesto, de una altísima
calidad en sus canciones.
La
película tomó de entrada una decisión importante, mantuvo a 4 actores del
reparto original del Broadway, sumando a la talentosísima Rosario Dawson y a
Tracie Thoms, como Mimí y Joanne, respectivamente. Dicha elección tiene como
efecto directo mantener la química entre el elenco, asimismo deja para la
posteridad un registro de las canciones con mucha de las voces que hicieron
grande el musical, con ciertos arreglos que son simplemente maravillosos.
Podría
extenderme en los motivos que me hacen creer que ciertas decisiones narrativas
son correctas (como extender la historia en varios días; la exclusión de
ciertas canciones; el traspaso a dialogo de ciertas situaciones, etc.) pero
quiero destacar que Chris Columbus hizo lo correcto en dejar que la música de
Larson sea el hilo emocional de la obra. Es a través de la música, apoyándose
en una dirección con mucha “Steadicam”, que nosotros como audiencia podemos
conectar con el corazón de la historia. Es por esto que creo que
intelectualizar la conversación sobre Rent es un error, a veces hay que dejar de
pensar y dedicarse a sentir.
Si
bien la película no es perfecta, de hecho creo que tiene ciertos errores (como
empezar con “Seasons of Love”, cercenar “Goodbye love”, ciertos diálogos en
“Tango Maureen”; y un pequeño error de continuidad en “Santa Fe”), es un buen
testimonio de que, a veces, la verdad es más importante que la perfección. Rent
nos permite experimentar el “Wabi Sabi” y reflexionar sobre nuestras patéticas
y asalariadas vidas.
Y es
que, en un mundo de pura positividad, donde es imperativo gozar, consumir y ser
feliz, es bueno darse una pausa y reflexionar sobre los motivos que nos
mantienen viviendo y luchando. Tal vez, la propuesta de esta columna es que, de
vez en cuando, todos podamos medir nuestras vidas en amor y no en “éxitos”,
porque es cierto que no tenemos otro día más que éste para mostrar nuestro
cariño a quienes queremos y perdonar/ignorar a quienes nos han hecho daño. Rent
es una llamado a vivir sin miedo, y en eso la película consigue mantener el
mensaje, lo cual es suficiente.
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Piter
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